Teresita



Primera parte

Teresita, así la llamaba mi abuelo, nació un buen día dos de mayo de 1957. Sus padres, Carmen y Gumersindo, y sus hermanos, Carmen, Esperanza y Gumersindo, vivían en el número veintisiete de la Calle Alfonso, en Zaragoza, ciudad de leones y novia del viento. Pronto conquistó a toda la familia, era una niña muy sonriente, y todos querían siempre jugar con ella, porque con el más pequeño de sus hermanos se llevaba ya diez años, así que ella era la reina de la casa. Aunque a veces su hermano Gumersindo, al que todos llamaban Tito, le hacía rabir robándole las muñecas, y jugando al fútbol con las cabezas. Pero la abuela siempre se las arreglaba, o las llevaba a que las arreglaran a un hospital de muñecas qe había cerca de casa.
Aunque pronto se mudaron. La zapatería Muro les compró el piso, y se fueron a vivir al número seis de la calle León XIII, en el año 1963. Al abuelo le encantaba contar historias pero se inventaba siempre las fechas, así que la abuela ordenó que se tallara el año en una de las vigas del salón, para que el abuelo supiera siempre cuándo llegaron a esa casa. Fue como una señal, desde 1963 iban a pasar muchas cosas, y habría muchas historias que contar.
Teresita pronto empezó a ir al cole, y sacaba muy buenas notas. Pero tenía un problema, y es que siempre llegaba tarde, porque como eran tantos en casa, a veces se les olvidaba llevarla, y le cantaban casi todos los días la canción del lirón. A Teresita esto no le hacía ninguna gracia, y estaba muy preocupada. Hasta que un día, su madre le dijo que iba a bajar a conocer a los vecinos, que eran tantos niños, que cuando jugaban al escondite a algunos tardaban días en encontrarlos. Teresita bajó un poco asustada, pero en cuando conoció a todos los niños, se hizo muy amiga de ellos, sobre todo de Marián, que tenía un año menos que ella, y fue su mejor amiga desde entonces. Así que Marián pronto empezó a ir al mismo colegio que ella, y entonces la llevaba siempre al cole, y nunca más llegó tarde.

Continuará...

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