¡Saltá!

- ¡Saltá la valla!
- ¡Que no, que me van a pillar!
- Samir, saltá, saltá ahora, que no, que te venís conmigo.
- Y qué contigo.
- Conmigo no te dicen nada, saltá Samir.
- Pero por qué.
- Vos sos idiota, porque yo soy blanca, ¿os es que no lo ves?
- Tú blanca. Yo idiota. Lo veo, la valla me hace verlo.
- Tengo el rescate preparado para vos, saltá, no tenemos mucho tiempo, aquí, a este lado está la vida Samir, saltá.
- ¿Y qué cambia si yo salto?
- Cambia todo, saltá, no es tan difícil, la vida no tiene que ser tan difícil si no querés, sólo tenés que saltar.
- No cambia nada, más de un millón de personas seguirán aquí, en el lado de los idiotas, y todos no pueden saltar.
- Samir... saltá.
- No soy yo quien tiene que saltar, es la valla. El lado de los idiotas es el tuyo.

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