Si tengo una lista de tus desplantes, cómo quiero regarte

No quiero mirarte. Quiero que me mires tú. Llorar. Recordarte hasta la saciedad que te fuiste, que sigo sin entenderlo, que cómo fuiste capaz de matarme para siempre. Cómo fuiste tan hijo de puta. Y que a la vez te entiendo pero no entiendo nada. Cómo pasaste de refugiarte en cada mechón de mi pelo a sentarte en la otra punta del sofá, recoger tus cosas, cerrar la puerta. Suspirar todo el amor que te quedaba, independizarte de cada una de mis desgracias, respirar fuera donde todo era más frío. Cargarme con el techo, con las cajas, con todo esto dolor que nunca sé dónde poner. Y a la vez quiero abrazarte, borrar el espacio y traerte otra vez donde aún queda tiempo. Donde aún somos felices. Y matarte. Te odio tanto que no sé ni cómo lo hago. Cómo pongo los pies en el suelo y avanzo respirando cada segundo todo este mal. Me pregunto dónde está la justicia, por qué río, cómo consigo subir las escaleras si cuando me olvido de respirar vuelvo a estar en el suelo. Cómo vuelvo a echarte de menos con todos estos rasguños, con estas heridas tan profundas que me atraviesan y tengo que girarme a verlas al final de la calle, sin saber cómo me han se han colado a través de mí. Cómo sigue lloviendo y la gente andando y yo trabajando y tú también, y tú tan lejos. Cómo se vuelve a coser, a abrazarte sin hilo. Cómo vuelvo atrás sin mapa, y sin embargo, cuánto encuentro en la forma de mirarme. Cómo puedes seguir adelante si yo no. Cómo puedes con la culpa, si yo no. Cómo estoy viva si estoy muerta. Cómo tener calor con tanto frío. Cómo cojones sonrío y de dónde salen las ganas de sonreírte a ti. Si tengo una lista de tus desplantes, cómo quiero regarte. Cómo pedirte que vengas, que supliques perdón, que ruegues perderte entre mis mechones cuando quiero cortarte todo lo que eres. Matarte y resucitarte. Que me persigas, que me declares que no sabes vivir sin mirarme. Rechazarte un millón de veces y que sigas echando agua a este molino, hasta que todo sea tan blanco que nos encontremos en las transparencias y volver a amarte sin tener ni una sola condición, sin sentir que me traiciono. Saber que de todas maneras, ya no puedes ser tú. Qué rabia, saber que a pesar de todo, de que todo este torrente se repita, llego siempre a la misma conclusión. Que ya no puedes, ya no puedes ser nunca, nunca, la misma canción. Nosotros no podremos ser ya nunca. Y mientras caigo por el abismo, continúo pensando que no me cortaré el pelo, por si vuelves a tocármelo.

Comentarios

Vi ha dicho que…
Muy bello ❤️🌹